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Hace 4 días · El autocontrol es la capacidad de superar los impulsos y deseos inmediatos en favor de una conducta acorde con los estándares y objetivos a largo plazo (Baumeister et al., 2007). En otras palabras, el autocontrol es poder elegir lo que se debe hacer en lugar de lo que se quiere hacer.
22 de ago. de 2024 · Implica la capacidad de resistir la tentación, controlar nuestros impulsos y tomar decisiones conscientes y racionales en lugar de dejarnos llevar por nuestras emociones o deseos inmediatos. En pocas palabras, el autocontrol nos permite ser dueños de nuestras acciones y comportamientos.
18 de ago. de 2024 · La segunda dimensión es la autorregulación emocional, que se refiere a la capacidad de controlar y gestionar nuestras emociones de manera adecuada. Esto implica aprender a manejar el estrés, controlar impulsos y regular nuestras reacciones emocionales en diversas situaciones.
1 de sept. de 2024 · Los trastornos del control de impulsos son un grupo de trastornos de etiología neurobiológica que se caracterizan por que el individuo no logra controlar ciertas conductas, que por más que es consciente de lo dañino que resulta y de las consecuencias negativas que podría traerle, no puede dejar de realizarlas y esto acarrea una ...
2 de sept. de 2024 · Entiende que controlar a los demás no hará que la situación actual mejore. Dominar a las personas que queremos es vetar su libertad y es además una tarea improductiva. Sin embargo, lo que sí es útil es aprender a controlarnos a nosotros mismos, porque el auténtico problema no siempre está en el exterior, está en el propio ...
23 de ago. de 2024 · Cuando se trata de regular nuestros impulsos, hay una parte del cerebro que desempeña un papel fundamental en esta función. Esta región se conoce como el centro neurálgico responsable de controlar nuestros impulsos y se encuentra en una parte específica del cerebro llamada la corteza prefrontal.
Hace 1 día · Estos son los 10 consejos propuestos: 1. Reconoce tus emociones. A menudo, cuando alguien nos pregunta cómo estamos, contestamos “genial”, “bien” o “mal”. Sin embargo, estos términos no son realmente emociones. Para poder gestionar correctamente una emoción, es importante reconocerla. ¿Qué estamos sintiendo…?
