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Las principales regiones del cuerpo afectados por el temblor son los brazos, piernas, cabeza, barbilla y cara, y pueden ser de varios tipos como en reposo o en movimiento, unilateral o bilateral, pudiendo o no estar relacionado a otros síntomas como desequilibrio, lentitud y rigidez de los músculos.
6 de nov. de 2023 · Un temblor es una afección neurológica que incluye movimientos temblorosos o agitados en una o más partes del cuerpo. Afecta con mayor frecuencia a las manos, pero también puede ocurrir en brazos, piernas, la cabeza, las cuerdas vocales y el torso (tronco). El temblor es involuntario, lo que significa que no puede controlarlo.
Las causas médicas del temblor en el cuerpo pueden ser diversas, pero algunas de las más comunes incluyen trastornos neurológicos como el Parkinson, el temblor essential o esencial, lesiones cerebrales, efectos secundarios de medicamentos, trastornos metabólicos y enfermedades endocrinas como el hipertiroidismo.
El temblor es el movimiento de agitación involuntario y rítmico de una parte del cuerpo, como las manos, la cabeza, las cuerdas vocales, el tronco o las piernas. Los temblores se producen cuando los músculos se contraen y relajan repetidamente.
Los temblores son movimientos oscilatorios involuntarios y rítmicos de grupos musculares recíprocos, antagónicos, que afectan típicamente las manos, la cabeza, el rostro, las cuerdas vocales, el tronco o las piernas. El diagnóstico es clínico.
¿Qué es el temblor? El temblor es una contracción muscular involuntaria y rítmica que provoca movimientos agitados o sacudidas en una o más partes del cuerpo. Es un trastorno del movimiento frecuente que afecta con mayor frecuencia las manos, pero también puede afectar los brazos, la cabeza, las cuerdas vocales, el torso y las piernas.
Causas. El temblor puede ser causado por: Ciertos medicamentos. Trastornos del cerebro, los nervios o el movimiento, incluso movimientos musculares incontrolables ( distonía) Tumor cerebral. Consumo de alcohol o abstinencia del alcohol. Esclerosis múltiple. Cansancio o debilidad muscular. Envejecimiento normal. Hipertiroidismo. Mal de Parkinson.
