Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. Bautismo y pecado original. El pecado original no es, en sentido estricto, una «mancha» en el alma. Por: Leo J. Trese | Fuente: La oración. En su amor sin medida, Dios se dignó conceder a cada individuo la oportunidad de recobrar el don que Adán perdió para el género humano. Dios mismo, en la persona de Jesucristo, ofreció la reparación infinita.

  2. Es un pecado que será transmitido por propagación a toda la humanidad. Por eso el pecado original es llamado pecado de manera análoga: es un pecado “contraído”, pero “no cometido” en otras palabras es un estado pero no un acto. Bibliografía: CIC 402,403,404. Autor: Alfredo Gómez Bolívar / Venezuela.

  3. El pecado original consiste en el estado de privación de la gracia, que, por tener su causa en el voluntario pecado actual de Adán, cabeza del género humano, es culpable (sent. común). a) El concilio de Trento denomina al pecado original muerte del alma (mors animae; Dz 789).

  4. El bautismo borra el pecado original, nos da la fe y la vida divina, y nos hace hijos de Dios. La Santísima Trinidad toma posesión del alma y comienza a santificarnos....

  5. 1. Pecado Original. -Dios impuso un decreto al hombre. -Existe el pecado original. -No fue por tendencia de la naturaleza ni por tentación, sino por influjo del diablo. -El diablo sedujo Eva con astucia. -El hombre quebrantó el precepto divino. -Inmediatamente se produjo el desorden del pecado en la armonía de la creación.

  6. A través del sacramento del Bautismo, el hombre, que nace pecador, puede renacer espiritualmente y ser purificado por el Espíritu Santo. Este sacramento borra el pecado original y vuelve a ligar al hombre con Dios. Además del pecado original, el bautismo limpia cualquier otro pecado cometido por la persona que se bautiza.

  7. Entonces… tratemos de definir lo qué es el Pecado Original: Es un pecado contraído o heredado, no cometido por nosotros. Lo heredamos como se hereda la piel clara u oscura, el pelo rubio o negro, etc. Se transmite con la misma naturaleza humana, la cual heredamos de Adán y Eva.