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La Gorgona cuyo significado más simple en griego antiguo es “Terrible”; siendo su figura el Gorgoneion, gracias a la mitología poseedor de muchas de las características que hoy se asocian con La Gorgona.
En la mitología griega, una gorgona (en griego antiguo γοργώ gorgō o γοργών gorgōn, "terrible") era un despiadado monstruo femenino a la vez que una deidad protectora procedente de los conceptos religiosos más antiguos.
En la antigua Grecia y Roma, el símbolo de la cabeza de una gorgona tallada simbolizaba la protección. Era común encontrar una cabeza de gorgona en las fachadas de templos y palacios, así como en armaduras de combate. Incluso el propio Alejandro el Grande usaba en su pecho la imagen de Medusa.
Las gorgonas también han sido asociadas con el simbolismo de protección y curación, así como con el poder petrificador de su mirada. Su presencia en la mitología griega ha perdurado a lo largo de los siglos y ha dejado un legado artístico y cultural significativo. Medusa: el mito y la representación artística.
Las Gorgonas son representadas muchas veces con alas de oro, garras de bronce, colmillos de jabalí; pero sus atributos más comunes son los dientes y piel de serpientes. Es que los oráculos más antiguos eran protegidos por serpientes, de ahí que se pueda encontrar una vinculación con estas criaturas.
Su imagen ha sido utilizada como símbolo de poder y peligro, pero también como una metáfora de la fragilidad humana y los miedos internos. Su legado perdura hasta nuestros días, recordándonos la fascinación y el terror que las antiguas historias mitológicas aún pueden generar en nuestra imaginación.
Las gorgonas se consideran símbolos de la monstruosidad y el peligro en la mitología griega. Su apariencia aterradora y su poder de petrificar a las personas representan los miedos y los peligros que acechan a los seres humanos. Además, las gorgonas también son asociadas con la feminidad y la sexualidad femenina.
