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Dios se aparece a Jacob en Bet-el. 10 Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. 11 Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. 12 Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba ...
Sueño de Jacob. 10 Y salió Jacob de Beerseba , y fue para Harán . 11 Y llegó a cierto lugar y pasó la noche allí, porque el sol se había puesto; tomó una de las piedras del lugar, la puso de cabecera y se acostó en aquel lugar. 12 Y tuvo un sueño , y he aquí, había una escalera apoyada en la tierra cuyo extremo superior alcanzaba ...
Génesis 28:10-22 La Escalera de Jacob. Cuando pienso en el patriarca Jacob, pienso en el Dr. Jekyll y en el Sr. Hyde. Jacob era un engañador. Su personalidad polifacética estaba llena de engaño, maldad, astucia y engaño. Él probablemente no es la persona que le gustaría tener como su mejor amigo o su yerno.
Génesis 28:10-22 RVR1960 Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían ...
Génesis 28:10-22 Jacob salió de Beerseba y se fue hacia Harán. Cuando llegó a cierto lugar, se quedó allí para pasar la noche, pues ya había oscurecido. Tomó una de las piedras que allí había, recostó su cabeza sobre | Traducción en Lenguaje Actual (TLA) | Descargue La Biblia App ahora. Génesis 28:10-22 TLA.
Génesis 28:10-22 Jacob se fue de Berseba hacia Jarán. Llegó a cierto lugar y allí pasó la noche porque ya había oscurecido. Tomó una piedra de ese lugar y la puso bajo su cabeza para acostarse a dormir. En sueños vio | La Biblia: La Palabra de Dios para todos (PDT) | Descarga La Biblia App ahora. Génesis 28:10-22 PDT.
La escalera celestial vista por Jacob en un sueño, en la cual los ángeles ascendían y descendían, con el Señor mismo en la cima, no era en sí misma sino la débil insinuación de una unión más estrecha entre la tierra y el cielo que se efectuaría en la persona del Hijo de Dios.
