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  1. 8 Cuando Jesús bajó de la montaña, lo siguieron grandes multitudes. 2 Un hombre que tenía una enfermedad en su piel se acercó, se arrodilló delante de él y suplicó: —Señor, si quieres, puedes limpiarme. 3 Jesús extendió la mano y tocó al hombre. —Sí, quiero —dijo—. ¡Queda limpio! Y al instante quedó sano de la enfermedad ...

  2. Jesús sana a muchos -Pasó Jesús de allí y vino junto al mar de Galilea; y subiendo al monte, se sentó allí. Y se le acercó mucha gente que traía.

  3. 3 Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció. 4 Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, a para testimonio a ellos. Jesús sana al siervo de un centurión (Lc. 7.1–10)

  4. 2 de may. de 2010 · Jesús sana al siervo de un centurión, un hombre que estaba al borde de la muerte. Las personas religiosas todavía no entienden que todo se trata de la gracia, no de las obras o el mérito. Ser un ciudadano moral e íntegro, como el centurión, no le otorgará el perdón ni la salvación.

  5. Jesús sana a un hombre enfermo. (Mr 1:40-45; Lc 5:12-16) 1 Cuando Jesús bajó de la ladera de la montaña, mucha gente lo seguía. 2 Entonces un hombre con una grave enfermedad de la piel se arrodilló delante de él y le dijo: —Señor, si quieres, puedes quitarme esta enfermedad. 3 Jesús extendió la mano, lo tocó y dijo: —Sí quiero. ¡Sana ya!

  6. Jesús sana a un paralítico. (Mc 2.1-12; Lc 5.17-26) 1 Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. 2 Y sucedió que le llevaron un paralítico tendido sobre una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: —Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.