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  1. 18 de dic. de 2020 · En una de las introducciones que más llama la atención de todas las que ha escrito, Michael Horton empieza un ensayo con estas líneas: “Resulta confuso haber crecido entonando ‘Este mundo no es mi hogar’ y ‘Este es el mundo de mi Padre’.Estos himnos encarnan dos respuestas cristianas, frecuentes y aparentemente contradictorias, a la cultura.

  2. El ser hija o hijo de Dios es un título que va más allá de cualquier otro privilegio o responsabilidad en la vida. No se trata solo de una creencia religiosa, sino de una conexión profunda con el Creador del universo. Exploraremos los 8 grandes privilegios y responsabilidades que tenemos al ser considerados hijos de Dios.

  3. Mi Identidad Como Hijo De Dios - Gálatas 3:28. Hay muchas cosas que nos definen como personas: nuestra familia, nuestra cultura, nuestras tradiciones, etc. Pero una de las cosas más importantes que nos define es nuestra relación con Dios. Somos hijos de Dios y eso nos da una identidad muy especial.

  4. 10. Celebrando vida y misión en comunidades interculturales e intergeneracionales. “Pero a cuantos le recibieron y creyeron en Él les concedió el llegar a ser hijos de Dios. Estos son los que nacen no por generación natural o porque el hombre lo desee, sino que tienen por padre a Dios.” – Jn 1:12-13.

  5. 9 de ene. de 2023 · En la Biblia, ser un hijo de Dios generalmente se refiere a la idea de que los creyentes son adoptados en la familia de Dios y, por lo tanto, reciben el estatus de hijos de Dios. Este concepto está presente en varias formas tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.

  6. En la Biblia, los «Hijos de Dios» aparecen en distintos contextos y con diferentes interpretaciones. En el Antiguo Testamento, se refiere a los ángeles o seres celestiales (Job 1:6; 2:1; 38:7), mientras que en el Nuevo Testamento se describe a los creyentes en Jesucristo como hijos de Dios (Juan 1:12; Romanos 8:14-17; Gálatas 3:26).

  7. 1 Juan 3:9-10. Ninguno que es nacido de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que no ama a su hermano.