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  1. Génesis 1:1-30. 1 EN el principio crió Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas. 3 Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz. 4 Y vió Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas.

  2. 30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. 31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera.

  3. Génesis 1:30-31 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. Y vio Dios todo lo que h | Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960) | Descarga La Biblia App ahora. Génesis 1:30-31 RVR1960. Compartir. Reina Valera NTV NVI TLA RVC

  4. BÍBLIA PLUS. Génesis. 1. 30. Génesis 1:30. Significado del génesis 1:30 en la Biblia. Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 1:30 verso por verso. "Y a todo animal de la tierra, a toda ave del cielo, y a todo animal que se desplaza sobre la tierra, en que hay vida, toda planta les servirá de alimento”. Y fue así."

  5. Génesis 1:1-30 NVI. En el principio Dios creó los cielos y la tierra. La tierra no tenía forma y estaba vacía, las tinieblas cubrían el abismo y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. Y dijo Dios: «¡Que haya luz!». Y la luz llegó a existir. Dios consideró que la luz era buena y la separó de las tinieblas.

  6. 1. 1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. 3 Y dijo Dios: Sea la luz; a y fue la luz. 4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.

  7. 1 En el principio Dios creó los cielos y la tierra. 2 La tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie[ a] del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie[ b] de las aguas. 3 Entonces dijo Dios: «Sea la luz».