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  1. Construida en el sitio de un antiguo asentamiento etrusco, Florencia, el símbolo del Renacimiento, creció y se desarrolló en la Edad Media. Hasta alcanzar un papel de importancia mundial a nivel cultural y económico bajo el dominio de la familia Medici en los siglos XV y XVI.

  2. En Italia podemos hablar de tres fases en la cronología del Humanismo, marcada la primera en el siglo XIV por Dante, Petrarca y Bocaccio; la segunda en la primera mitad del siglo XV con autores como Alberti, Bruni y Niccolini; y la tercera en la segunda mitad del XV con los centros de Florencia, Nápoles y Roma, donde destacan Lorenzo Valla ...

  3. Durante este tiempo, la ciudad italiana de Florencia se convirtió en el epicentro del Renacimiento, siendo considerada como la cuna del arte y la cultura occidental. Florencia albergó a algunos de los artistas, arquitectos y pensadores más importantes de la época, quienes dejaron un legado duradero en el mundo del arte y la historia.

  4. Precedentes del Renacimiento de Florencia: Humanismo de Petrarca. La cultura y el pensamiento en Florencia durante el Renacimiento: neoplatonismo. Año 1401: Brunelleschi y Ghiberti , antecedentes del Renacimiento. Los años 1410-1440: nacimiento del Quattrocento en Florencia. La escultura de Donatello en el Renacimiento italiano.

  5. El movimiento renacentista. Fue en Italia donde se desarrolló a mediados del siglo XV un gran movimiento cultural, el Renacimiento. Este hito que marcaba la división entre la Edad Media y los tiempos modernos, fue muy influenciado por el Humanismo y la Reforma.

  6. 11 de jul. de 2016 · En 1450 con la invención de la imprenta el humanismo alcanzó su apogeo. El humanismo se originó en Italia durante los siglos XIV y XV, en las ciudades de Roma, Florencia y Venecia, a partir de los trabajos de Dante Alighieri (1265-1321), Francesco Petrarca (1304-1374) y Giovanni Boccaccio (1313-1375).

  7. A partir de los principios del Humanismo, ese hombre renaciente es un ser devuelto al centro de su universo, dueño de sus actos y que, por fin, ha sabido encontrar su lugar junto a la divinidad. No en la misma jerarquía, pero ya mucho más cerca de lograrla.