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  1. 6 de ene. de 2023 · Justamente, el quinto mandamiento de la Ley de Dios es: “No matarás” (Ex 20, Dt. 5). En el Sermón de la Montaña, el Señor recuerda este precepto y añade el rechazo absoluto de la ira, del odio y de la venganza. Más aún, Cristo exige a sus discípulos “presentar la otra mejilla”.

  2. El quinto mandamiento del Decálogo. Catequistas y Evangelizadores. Año de la Fe. TEMA 34. El quinto mandamiento del Decálogo. La vida humana es sagrada, porque es fruto de la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador. Por: Pau Agulles Simó | Fuente: www.opusdei.es. 1. “No matarás”

  3. 2261 La Escritura precisa lo que el quinto mandamiento prohíbe: “No quites la vida del inocente y justo” (Ex 23, 7). El homicidio voluntario de un inocente es gravemente contrario a la dignidad del ser humano, a la regla de oro y a la santidad del Creador.

  4. 27 de nov. de 2012 · Está destinado a conocer y amar eternamente a Dios, y su vida es sagrada. Ha sido creado a imagen y semejanza de Dios (cfr. Gn 1, 26-27), y éste es el fundamento último de la dignidad humana y del mandamiento no matarás. El libro del Génesis presenta el abuso contra la vida humana como consecuencia del pecado original.

  5. Mandamiento: No matarás. Sólo Dios es dueño de la vida humana. Los hombres debemos respetarla. Matar voluntariamente a un ser humano inocente es pecado, ya será por homicidio, suicidio,...

  6. 1 de ene. de 2021 · El mejor ejemplo que tenemos con referencia al Mandamiento es la reverencia y honor con la que nuestro Señor Jesucristo siempre se refiere a Su Padre. “Y adelantándose un poco, cayó sobre Su rostro, orando y diciendo: «Padre Mío, si es posible, que pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú quieras».” — Mateo 26:39 (NBLA)

  7. 23-29). Los consejos evangélicos son inseparables de los mandamientos. 2054 Jesús recogió los diez mandamientos, pero manifestó la fuerza del Espíritu operante ya en su letra. Predicó la “justicia que sobrepasa la de los escribas y fariseos” ( Mt 5, 20), así como la de los paganos (cf Mt 5, 46-47).