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  1. Luego de hablar sobre la pureza moral, y ver cuanta importancia tiene en la vida del creyente, llegamos a un tema íntimamente relacionado con eso. Se trata de la pureza mental. Las dos cosas van de la mano. Pureza mental produce pureza moral, impureza mental produce impureza moral.

  2. La pureza es un concepto central en la enseñanza de la Biblia y se refiere a vivir una vida moralmente limpia y libre de pecado. En varios textos bíblicos, como en Mateo 5:8, se nos insta a buscar la pureza de corazón, ya que solo aquellos que son puros de corazón podrán ver a Dios.

  3. Versículos Conceptos. No permitas que nadie menosprecie tu juventud; antes, sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe {y} pureza. 1 Timoteo 5:2. Versículos Conceptos. a las ancianas, como a madres; a las más jóvenes, como a hermanas, con toda pureza. 1 Tesalonicenses 4:7.

  4. Índice. El concepto de pureza según La Biblia. ¿Qué es la pureza? ¿Es un estado de limpieza física, una cuestión moral o algo más profundo? La Biblia nos ofrece una visión única y profunda sobre este tema, que va más allá de las apariencias y nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con Dios y con nosotros mismos.

  5. La Biblia tiene mucho que decir sobre el tema de la pureza. Considere los siguientes versículos de la Palabra de Dios ... Versículos Bíblicos acerca de la Pureza. Como dijo David en los Salmos: «Crea en mí un corazón puro oh Dios.» Cuanto más a crecer en la pureza del corazón, más se va a ver a Dios.

  6. A menudo, la pureza se utiliza en las Escrituras como un medio para comunicar la santidad o la perfección. Cuando Moisés estaba construyendo el tabernáculo, Dios especificó que el candelabro y otros artículos dentro del Lugar Santo fueran hechos "de oro puro" (Éxodo 25:31; cf. 37:2, 16).

  7. La pureza espiritual se refiere a la limpieza y la claridad de nuestro ser interior. Es la ausencia de cualquier contaminación espiritual, como el pecado, la impureza, la inmoralidad y la deshonestidad. La pureza espiritual se relaciona directamente con nuestra relación con Dios y nuestro prójimo.