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Una cabeza trofeo es un cráneo humano que ha sido separado del cuerpo y modificado para exhibirse. [1] Por lo general, la modificación del cuerpo incluye la perforación del hueso frontal del cráneo, la preparación del tejido blando que lo rodea y el cierre de los labios y párpados. [2]
Las cabezas trofeo eran muestras de fuerza y orgullo del guerrero nazca. Estas eran coleccionadas y ostentadas en las ceremonias y rituales de conquista. Te presentamos los principales aspectos de este ritual. ¿Qué son las cabezas trofeo? Las ceremonias rituales de cabezas trofeos tuvieron su origen en las culturas chavín y paracas.
A estos hallazgos se suma la presencia, en diversos objetos, del motivo identificado como cabeza trofeo. En este artículo reunimos información arqueológica y etnohistórica, y analizamos iconográficamente estas imágenes, indagando el rol que cumplen en términos rituales y cosmológicos.
Una cabeza trofeo es un cráneo humano que ha sido separado del cuerpo y modificado para exhibirse. Por lo general, la modificación del cuerpo incluye la perforación del hueso frontal del cráneo, la preparación del tejido blando que lo rodea y el cierre de los labios y párpados.
Las esculturas nazcas más conocidas son las cabezas trofeo, talladas en piedra y representando cabezas humanas con rasgos exagerados y detalles realistas. También se encontraron figurillas que representan animales, como felinos, aves y serpientes, así como objetos cotidianos, como ollas y vasijas.
En la iconografía de su cerámica se identificaron como “cabezas trofeo” a los motivos que reflejan, total o parcialmente, las características de los ejemplares arqueológicos. Una vez establecidas estas definiciones para el caso nazca se proyectaron las interpretaciones a todo el mundo andino, incluido el Noroeste argentino.
En la iconografía de su cerámica se identificaron como “cabezas trofeo” a los motivos que reflejan, total o parcialmente, las características de los ejemplares arqueológicos. Una vez establecidas estas definiciones para el caso nazca se proyectaron las interpretaciones a todo el mundo andino, incluido el Noroeste argentino.