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  1. Antonio Muñoz Degrain (1840-1924), pintor valenciano autor de Los amantes de Teruel (1884), óleo sobre lienzo, primera medalla en la Exposición Nacional. Museo del Prado. Músicos. Tomás Bretón compuso la ópera Los amantes de Teruel. Referencias

  2. Juan Eugenio Hartzenbusch Martínez ( Madrid, 6 de septiembre de 1806 – Madrid, 2 de agosto de 1880) fue un dramaturgo, poeta, traductor, filólogo y crítico español, uno de los más destacados representantes del drama romántico en su país. Es conocido principalmente por su pieza Los amantes de Teruel (1837). No hay que ...

  3. Los ojos de la mujer: como dos balazos son, queriendo esperiencia hacer, y tras sí a la de afición: le lleva a la del tener. Hanse visto deste modo: sucesos cada momento, que amor si en el oro es lodo, y la afición todo es viento, y el tener es peso todo, Apenas verá delante: los tres mil de renta, cuando: perecerá esotro amante.

  4. Con datos de muy diversa procedencia, el autor de Los Amantes de Teruel tejió en torno a la separación forzosa y muerte de los protagonistas una intrincada red de conflictos que en su momento fue recibida con entusiasmo por críticos como Larra y Mesonero-Romanos.

  5. Los Amantes de Teruel : drama en cuatro actos en prosa y en verso | Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Drama refundido en cuatro actos, en verso y prosa. Juan Eugenio Hartzenbusch.

  6. 15 de ago. de 2021 · El creador de Los amantes de Teruel, Juan Eugenio Hartzenbusch, era un perfecto desconocido cuando en una noche del mes de enero de 1837 vio la luz su obra maestra y uno de los dramas más geniales y representativos del romanticismo español. La obra, basada en una antigua y conocida leyenda, cosechó enseguida un triunfo….

  7. los cielos saben bien, que te he querido: con el mayor amor que ha visto el mundo, las nuevas de tu muerte, me la dieron: en el gusto, en el bien y en la esperanza, y teniendo por ciertas estas nuevas: mi padre me apretó con llanto y ruegos, a que diese la mano a don Gonzalo, o que sino su muerte lloraría. Y viendo el imposible de gozarte