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El aire comprimido se refiere a una aplicación de técnicas que hace uso de aire que ha sido sometido a presión por medio de un compresor. En la mayoría de aplicaciones, el aire no solo se comprime sino que también desaparece la humedad y se filtra.
El aire comprimido se consigue usando unos equipos denominados compresores, que aspiran el aire atmosférico y lo comprimen hasta llegar a un valor de presión requerido y superior al de la presión atmosférica a la que se encontraba.
El aire comprimido es un medio excelente para almacenar y transmitir energía. Es flexible, versátil y relativamente seguro en comparación con otros métodos de almacenamiento de energía, como las baterías y el vapor. Las baterías son voluminosas y su carga tiene una duración limitada.
El aire comprimido es aire a una presión superior a la atmosférica. Es exactamente el mismo aire que se respira, pero reducido a un volumen inferior y mantenido a presión. El aire está compuesto por un 78 % de nitrógeno, un 20-21 % de oxígeno y un 1-2 % de otros gases y vapor de agua.
El aire comprimido es un gas que se ha comprimido y se ha almacenado a alta presión en un recipiente o tanque. Este gas se utiliza en numerosas aplicaciones en una amplia variedad de sectores industriales. En este artículo, analizaremos los usos más importantes del aire comprimido.
El aire comprimido se caracteriza por tres parámetros básicos: presión, volumen y calidad del aire que está estrechamente relacionado con el ambiente cálido. Estos parámetros son un factor importante para elegir la tecnología de aire comprimido adecuada.
El aire comprimido hace referencia a la aplicación de una o más técnicas que someten al aire a una presión superior a la atmosférica utilizando un equipo compresor. Para algunos especialistas, el aire comprimido es considerado como la cuarta energía, después de la electricidad, los combustibles fósiles y el viento.
