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Hace 12 horas · Cuando mi esposo empezó un trabajo fuera de Quito, me encargó sus cuatro perros: Zunfo, Naga, Goncho y Maki. Acepté a regañadientes porque no tenía afinidad ni interés hacia los perros. Recuerdo el momento de la comida: era un desafío para el que me preparaba usando “ropa de perro” por si me ensuciaban.Me aterraba que se me lancen, me quiten el plato, se peleen entre ellos.