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  1. Tomar más de un medicamento puede cambiar la forma como su cuerpo absorbe o usa un fármaco. Las vitaminas o suplementos, diferentes alimentos o el alcohol también pueden cambiar la forma como un fármaco actúa en su cuerpo.

  2. Varias clases de fármacos son eficaces para el manejo inicial y posterior de la hipertensión: Modificadores del tono adrenérgico. Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) Bloqueantes del receptor de angiotensina II (BRA) Beta-bloqueantes. Bloqueantes de los canales de calcio. Inhibidores directos de la renina.

  3. Estos fármacos tienen una eficacia antihipertensiva superior a los diuréticos del asa, por lo que son preferibles en el tratamiento de la HTA, salvo que ésta se asocie con insuficiencia renal, en cuyo caso se utilizarán diuréticos del asa, ya que las tiazidas pierden su efecto.

  4. Hay muchos fármacos para el tratamiento de la hipertensión y, en la mayoría de los pacientes, la presión arterial puede controlarse de forma eficaz y con efectos adversos mínimos. Los fármacos antihipertensivos se organizan en torno a una indicación clínica (la necesidad de tratar la enfermedad) en lugar de un solo tipo de receptor.

  5. Trandolapril. Tos (hasta en el 20% de las personas), hipotensión arterial, elevación de la concentración de potasio, erupción, angioedema (hinchazón alérgica en la cara, los labios y la tráquea, que puede afectar a la respiración) y, en las mujeres embarazadas, graves perjuicios para el feto.

  6. Los fármacos que se emplean en el tratamiento de la hipertensión se denominan antihipertensores. Con la amplia variedad de antihipertensores comercializados, casi siempre se puede controlar la hipertensión, pero el tratamiento debe ajustarse a cada caso particular. (Véase también Hipertensión arterial.)

  7. El conocimiento de sus mecanismos y sitios de acción antihipertensivos permite predecir su eficacia y toxicidad. El uso racional de estos fármacos, como monoterapia o en combinación, permite disminuir la presión arterial, con riesgo mínimo de toxicidad grave en la mayoría de los pacientes.