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Cuento original de La cenicienta. Érase una mujer, casada con un hombre muy rico, que enfermó, y, presintiendo su próximo fin, llamó a su única hijita y le dijo: “Hija mía, sigue siendo siempre buena y piadosa, y el buen Dios no te abandonará. Yo velaré por ti desde el cielo, y me tendrás siempre a tu lado.”.
La Cenicienta Charles Perrault. Había una vez un gentil hombre que se casó en segundas nupcias con una mujer, la más altanera y orgullosa que jamás se haya visto. Tenía dos hijas por el estilo y que se le parecían en todo.
Cuento clásico de los hermanos Grimm. © Versión escrita por Paola Artmann. Audio de texto a voz para una lectura asistida. Érase una vez una hermosa joven que vivía con su madrastra y dos hermanastras que la obligaban a hacer todo el trabajo de la casa. La pobre joven tenía que cocinar, limpiar y también lavarles la ropa.
Resumen. El padre de Cenicienta, viudo, se casó con una mujer con dos hijas. Al morir él, llenas de envidia por su dulzura y belleza, la tratan con gran desprecio y le obligan a hacer las tareas más sucias; pero ella sigue manteniéndose dulce y serena.
Celebró por entonces el rey unas grandes fiestas, que debían durar tres días, e invitó a ellas a todas las jóvenes del país para que su hijo eligiera la que más le agradase por esposa. Cuando supieron las dos hermanastras que debían asistir a aquellas fiestas, llamaron a la Cenicienta y la dijeron.
2024/06/18 - Grimm ESPAÑOL: La Cenicienta. Érase una mujer, casada con un hombre muy rico, que enfermó, y, presintiendo su próximo fin, llamó a su única hijita y le dijo: Hija mía, sigue siendo siempre buena y piadosa, y el buen Dios no te abandonará.
CENICIENTA: CLOTILDE: (Persiguiéndola. Corriendo las dos por la habitación.) ¡Trae, que es mío! ¡Lo verás, pero no lo cogerás! ¡Cenicienta, cara de tormenta! ¡Que lo vais a romper! ¡Sí, sí, Cenicienta, más tonta que la pimienta! Corren todas por la habitación. Clotilde y Aniceta se burlan de Cenicienta, que intenta en vano