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Con pocas palabras, es el servicio en el que se distribuyen uniformemente el peso entre las llantas y los rines. Cuando no se realiza el balanceo, se corre el peligro de perder miles de kilómetros de vida útil. Existen dos tipos de balanceo: el estático y el dinámico.
El balanceo, la alineación y la rotación de las llantas son elementos importantes del mantenimiento preventivo de un vehículo. Estos tres procesos pueden ayudar a prolongar la vida útil de las llantas y mejorar la seguridad en la conducción.
La alineación de llantas, también conocida como alineamiento de la suspensión, es el proceso que consiste en colocar correctamente los neumáticos, ajustando sus ángulos según las especificaciones del fabricante, es decir, paralelos entre ellos y perpendiculares al piso.
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La alineación de ruedas se encarga de ajustar los ángulos de las ruedas para mejorar el rendimiento y la estabilidad, mientras que el balanceo de neumáticos se encarga de equilibrar el peso de los neumáticos para reducir vibraciones y desgaste.
La alineación y balanceo son dos procesos fundamentales para alargar la vida útil de las llantas de tu vehículo. La alineación se trata de la correcta alineación de tus neumáticos, mientras que, el balanceo, que el peso de éstos sea equilibrado.
Dos de los servicios más importantes para lograr esto son la alineación y el balanceo de las ruedas. Aunque a menudo se confunden, estos dos procesos tienen propósitos y beneficios diferentes. A continuación, se explica en detalle la diferencia entre alineado y balanceo.
