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Un artículo que explica cómo evaluar y manejar las crisis asmáticas en el servicio de urgencias pediátrico, con base en escalas de valoración, pruebas complementarias y tratamientos. Incluye una introducción sobre el asma, sus causas, factores de riesgo y prevención.
El asma aguda es una emergencia médica que debe ser diagnosticada y tratada rápidamente. Los niños con crisis asmática deben ser evaluados en dos dimensiones, una fase estática (determinación de la gravedad de la crisis al ingreso) y una fase dinámica (su respuesta al tratamiento).
Tabla 1 Factores etiopatogénicos relacionados con el origen o el empeoramiento del asma. Antecedentes de asma en los padres. Otras enfermedades atópicas en el paciente o sus familiares: rinoconjuntivitis alérgica, alergia alimentaria, dermatitis atópica.
Las exacerbaciones o crisis asmáticas son consideradas la urgencia médica más frecuente en pediatría y suponen alrededor del 5% de los motivos de consulta, alcanzando cotas cercanas al 15% durante los meses otoñales.
Los objetivos del tratamiento de una crisis de asma son revertir la obstrucción bronquial. corregir la hipoxemia, siendo las principales armas terapéuticas los broncodilatadores β-adrenérgicos de acción corta, los corticoides sistémicos y la oxigenoterapia. El diagnóstico.
El asma es fácilmente identificable por criterios clínicos en la mayoría de los pacientes. La espirometría y otras pruebas son de gran ayuda, especialmente en los casos atípicos. La crisis de asma es una manifestación frecuente de la enfermedad y debe ser identificada y tratada con prontitud.
Las crisis de asma (también llamadas exacerbaciones o ataques) pueden ser fatales. Son más comunes y más graves cuando el asma no está controlada, o bien, en algunos pacientes de alto riesgo. No obstante, las crisis pueden ocurrir incluso en personas que toman el tratamien -