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Cuento con moraleja: El leñador honrado. Érase una vez, un leñador humilde y bueno, que después de trabajar todo el día en el campo, regresaba a casa a reunirse con los suyos. Por el camino, se dispuso a cruzar un puente pequeño, cuando de repente, se cayó su hacha en el río.
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Érase una vez un leñador que a diario cortaba leña en el bosque para sostener a su familia. Un atardecer, mientras cortaba un árbol en la orilla del río, el hacha resbaló de sus manos y cayó al agua. Desesperado, el leñador se sentó a llorar por su hacha perdida.
El leñador honrado leelo: Érase una vez, un leñador humilde y bueno, que después de trabajar todo el día en el campo, regresaba a casa a reunirse con los suyos. Por el camino, se dispuso a cruzar un puente pequeño, cuando de repente, se cayó su hacha en el río.
Érase una vez un pobre leñador. Vivía en los bosques verdes y silenciosos cerca de un torrente que espumajeaba y salpicaba a su paso, y trabajaba duramente para alimentar a su familia. Cada día hacía una larga caminata por el bosque con su dura y afilada hacha colgada al hombro.
El Honrado Leñador Había una vez un pobre leñador que regresaba a su casa después de una jornada de duro trabajo. Al cruzar un puentecillo sobre el río, se le cayó el hacha al agua.
El leñador, confiado en la aparente bondad del zorro, deja su hacha a un lado y se sienta a conversar con él. Sin embargo, cuando el leñador se distrae, el zorro toma el hacha y huye rápidamente. El leñador se queda sin su herramienta de trabajo y se da cuenta de la astucia del zorro.
9 de jul. de 2015 · Adivina qué premio recibió el leñador por no ser mentiroso. Había una vez un pobre leñador que regresaba a su casa después de una jornada de duro trabajo.
