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  1. LUCAS 10:25-37. 10:25 En ese momento, un intérprete de la ley se levantó y, para poner a prueba a Jesús, dijo: «Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?» 26 Jesús le dijo: «¿Qué es lo que está escrito en la ley?

  2. No hubo tal demanda de Nicodemo, y cuando Zaqueo testificó que había sido su práctica (el tiempo presente indicaría una regla retrospectiva más que prospectiva) dar la mitad de sus ingresos a los pobres, Jesús no encuentra faltas. con su división, y exigir la otra mitad; Lo elogia y lo pasa por alto, justo por encima de la excomunión de ...

  3. Nada de eso. Cristo cierra la conversación proponiendo la conducta del samaritano —la benevolencia activa que mostraba incluso hacia el enemigo— como modelo a imitar. Así, la práctica de la religión se revela como la mejor ayuda para comprenderla.

  4. 4 de oct. de 2015 · 25 En esto se levantó un maestro de la ley y le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?». 26 Él le dijo: «¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?». 27 Él respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza y con toda tu mente.

  5. Sin duda, Jesús golpeó el clavo en la cabeza cuando le dio esa respuesta muy pertinente, «esto, y vivirás. »Este abogado estaba tratando de vivir enseñando la ley, por su conocimiento de ello, pero Cristo insiste en que nada lo hará, sino un práctico que lleva a cabo de sus preceptos. Lucas 10:29.

  6. La pregunta de Jesús le devuelve el reto al abogado. “¡Tú eres el experto!” ¡Has pasado la vida estudiando la ley! ¡Dímelo tú a mí! La respuesta de Jesús también sirve para dirigir la discusión hacia las escrituras, fundamento de la vida judía, y afirma la lealtad de estas escrituras para guiarnos por el buen camino. LUCAS 10:27-28.

  7. 14 de jul. de 2019 · Pasaron un sacerdote y un levita. Ninguno de los dos lo auxilió por temor a contaminarse. Después pasó un samaritano, quien sí se acercó y lo auxilió; lo llevó a un mesón y cubrió todos los gastos hasta que se reestableciera, ofreciéndose a pagar más si los gastos superaban los dos denarios que dejó como cobertura.