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1 de dic. de 2021 · Georges-Louis Leclerc y Johann Blumenbach creían firmemente en el monogenismo, la idea de que todas las razas tenían un mismo y único origen. También creían en la teoría de la degeneración, aquella que los primeros seres humanos, Adán y Eva, eran caucásicos y que las demás razas surgieron como producto de la degeneración de su ...
13 de feb. de 2021 · La generación espontánea es una de las primeras teorías que se planteó para explicar el origen de la vida. En concreto, proponía que los seres vivos podían surgir espontáneamente, sin la necesidad de otros organismos “parentales”, a partir de materia no viva o inanimada.
26 de may. de 2010 · Sostenía que los cambios que ocurren en los seres vivos se deben a la acción de factores externos. A esta teoría le llamó Teoría de las transformaciones infinitas, y establece que los cambios...
5 de ago. de 2021 · ¿Qué es la Teoría de la generación espontánea? La Teoría de la generación espontánea fue el nombre que recibió la creencia de que ciertas formas de vida animal y vegetal surgían de manera automática, espontánea, a partir de la materia orgánica, la materia inorgánica o alguna combinación de ambas.
28 de ene. de 2022 · – Georges-Louis Leclerc y la generación espontánea. El Conde de Bufón, Leclerck (Fuente: Gdr, vía Wikimedia Commons) También conocido como “el conde de Buffon”, Leclerc (1707-88) era partidario de la idea del origen de la vida a través de generación espontánea y de la existencia de un “plan maestro” inherente a la naturaleza.
El concepto de generación espontánea es una antigua teoría de abiogénesis, descrita por Aristóteles y profundamente arraigada por siglos, la cual defiende que puede surgir vida compleja (animal y vegetal) de manera espontánea a partir de la materia inorgánica, basada en la observación superficial de que surgen gusanos del fango, moscas ...
1 de oct. de 2020 · Armado con la física newtoniana, Leclerc especuló que la Tierra se originó a partir de un cuerpo masivo que se estrelló contra el sol. Él creía que la Tierra no tenía apenas 6.000 años como lo calcula la Iglesia, sino unos asombrosos 70.000 años.
