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Cada una de ellas tiene unas propiedades diferentes y darán a la cerveza características de aroma, sabor y color únicos. Aquí te contamos que tipos de maltas puedes encontrar y cuales son sus propiedades.
En primer lugar, la malta determina el color de la cerveza. Dependiendo del grado de tueste de la malta utilizada, la cerveza puede ser desde amarilla clara hasta negra, pasando por una amplia gama de tonalidades. Además, la malta influye en el sabor y aroma de la cerveza.
De esta manera, las maltas nos van a aportar sabores tostados y a café, y un algo de color a la cerveza. Como podrás asumir, entre más tostado el grano, más oscuro queda y más sabores y color aporta.
Las maltas más claras, como la malta Pilsen, aportarán un color más pálido a la cerveza, mientras que las maltas más tostadas, como la malta Chocolate o la malta Negra, darán lugar a cervezas de tonalidades más oscuras.
Existen diversos tipos de malta que aportan sabores, colores y texturas variadas a este brebaje milenario. En este artículo, exploraremos algunas de las maltas más conocidas y sus aplicaciones en la cervecería y otras industrias alimentarias.
El tipo y cantidad de malta utilizada en la elaboración de la cerveza afecta el sabor, el aroma y el color de la cerveza final. Por ejemplo, una cerveza hecha con malta base de cebada tendrá un sabor más ligero y un color más claro que una cerveza hecha con malta tostada o ahumada.
Cuando se elabora cerveza, la malta es un ingrediente esencial que determina significativamente el sabor, el color y el aroma final. Veamos cómo afecta la malta en la elaboración de cerveza, cómo se produce, y los factores que se consideran al elegir la malta más adecuada para elaborar cerveza.
