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23 de feb. de 2011 · 119563. Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares, ni de noche ni de día, no me dejes solo, que me perdería, hasta que me pongas, en paz y alegría, con todos los santos, Jesús y María, te doy el corazón y el alma mía. que son mas tuyos que míos. Amen.
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23 de jun. de 2023 · 'Mira, mi amor, voy a enseñarte la oración del Ángel de la Guarda. Es una oración muy pequeñita, pero poderosa que sirve para pedirle a nuestro ángel que siempre nos cuide y nos proteja', le explicó doña Carmen. Juntos comenzaron a rezar con fervor: 'Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día.
Ángel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares, ni de noche ni de día, hasta que nos entregues en los brazos. de Jesús, José y María. Amén. Aquí te comparto varias páginas para colorear que acabo de encontrar (además de las que ya tenía en la entrada de Páginas para Colorear ).
3 de mar. de 2023 · 1. Ángel de mi guarda, dulce compañía. Los ángeles guardianes son enviados del Señor para cuidar a la humanidad. Por eso en la primera frase de la oración le damos la bienvenida a nuestro Ángel protector. 2. No me desampares, ni de noche ni de día
18 de ago. de 2023 · Este póster con la oración del Ángel de la Guarda es una forma brillante de reforzar las palabras y animar a las niñas y niños a pensar en su fe. Es brillante y colorido, está delineado en amarillo y decorado con una maravillosa ilustración de un ángel para ayudar a los niños a visualizar a su santo protector.
Ángel de mi guarda, dulce compañía, protector celestial en mi día a día. A ti me encomiendo, mi fiel custodio, para que guíes mi camino hacia el amor divino. En tus alas encuentro protección, en tu luz descanso en oración. No me dejes solo, ángel mío, siempre acompáñame en cada desafío. Enséñame a vivir con humildad, a amar al prójimo sin vanidad.
Ángel de la guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. 2. Ángel de mi guarda, mi fiel custodio, no me desampares nunca, ni de noche ni de día. 3. Ángel de la guarda, mi celeste compañía, no me desampares ni de noche ni de día, hasta que en los brazos de Jesús, María y José descanse cada día. 4.