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  1. 1 de feb. de 2021 · Esta es la gran aventura a la que Dios nos llama a participar y, como resultado, cada día está impregnado de lo eterno: la rutina con la fragancia de lo perpetuo, los quehaceres con la posibilidad de convertirse en un conducto del amor y un canal de su gracia eterna. La gracia de Dios para los creyentes y para el mundo

  2. En palabras del Señor, los creyentes son la luz y la sal del mundo que se encuentra en tinieblas y en un continuo proceso de corrupción (Mt 5:13-14) (Fil 2:15). El mundo necesita a los creyentes para darles a conocer la gracia de Dios. Ellos son un buen ejemplo de ello.

  3. Ser un creyente implica tener fe en Jesús como el Hijo de Dios y aceptarlo como nuestro Salvador. Es creer en su muerte y resurrección como el acto que nos reconcilia con Dios y nos ofrece la vida eterna. Es un primer paso importante en nuestra relación con Dios, pero no es el final del camino.

  4. 25 de ago. de 2023 · En resumen, los frutos del Espíritu no solo son cualidades que un creyente adquiere, sino también son evidencia de su relación íntima con Dios. Estos frutos demuestran la transformación interna y la semejanza con la naturaleza de Dios en la vida de un creyente.

  5. 24 de may. de 2017 · No son la base de nuestra relación con Dios, sino el fruto de ella, una posición ya obtenida por la fe solo en Cristo. La evidencia visible de una fe invisible son las obras “buenas” que se darán a conocer en el tribunal de Cristo.

  6. La fe en Dios es una de las cosas más importantes que un creyente puede tener. Esta fe es la que permite al creyente recibir los privilegios del Señor, beneficios que van mucho más allá de lo tangible. Estos privilegios son fruto de la bendición divina que el creyente recibe por estar cerca de Dios.

  7. 13 de ago. de 2021 · 13 Agosto, 2021 | Christopher Morgan • Robert A. Peterson. En la Biblia, la palabra “elección” se refiere a que Dios está eligiendo personas para salvación. Él es su Autor porque eligió y predestinó a los creyentes ( Ef 1:4-5 ). Dios escogió en amor a Israel de entre todas las naciones ( Dt 7:6–8; 10:14–15 ).