Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. Lo que es el Espíritu Santo: El Espíritu Santo según la Biblia es el consolador. Cuando leemos el evangelio de Juan, podemos darnos cuenta que Jesucristo llamó al Espíritu Santo el consolador, el Espíritu de verdad, un guía, un testigo. La palabra consolador tiene un gran impacto espiritual y bíblico.

  2. Es Dios mismo y su poder en acción. Cuando el Espíritu Santo se mueve, todo cambia. Su presencia transforma personas y situaciones. En resumen, el Espíritu Santo es la presencia de Dios en nosotros que nos ayuda a mejorar y a crecer cada día, buscando ser más como Jesús.

  3. NVI. Comparar. Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 2 Corintios 3:17 libertad Espíritu. Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo. Romanos 15:13 fe Espíritu esperanza.

  4. La Biblia enseña que el Espíritu Santo es todopoderoso y está presente en todas partes. El Espíritu Santo nos enseña y nos lleva a profundizar en la verdad de Dios a medida que avanzamos en nuestra vida cristiana. No hay nadie, en ninguna parte, que pueda ser cristiano sin el Espíritu Santo.

  5. 18 de jul. de 2016 · El Espíritu Santo es una persona distinta del Padre y del Hijo (primera y segunda persona de la Santísima Trinidad) pero posee con ellos una misma naturaleza y esencia divina. El Espíritu Santo deriva del latín Espiritus Sanctus que se refiere a la gracia divina que se revela para entrar en comunión con los creyentes con el fin de ...

  6. 22 de mar. de 2016 · ¿Quién es el Espíritu Santo? Aquí diez cosas que debes saber acerca de la persona, naturaleza, y obra del Espíritu Santo. 1. El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad. No es un poder ni una fuerza. La Escritura le atribuye una personalidad distintiva, al igual que al Padre y el Hijo ( Mt. 3:16-17; Jn.14:16-17 ). 2.

  7. El Espíritu Santo es Dios mismo. Es la tercera persona de la Trinidad y mora en el creyente como garantía de que es hijo de Dios. O sea, es la presencia de Dios dentro de todo aquel que ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador. Una de las tareas del Espíritu Santo es capacitar a los que han recibido a Jesús como Señor y Salvador.