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Las piedras rojas que están fuera del límite del refractómetro (OTL) pueden ser especialmente difíciles de distinguir con el polariscopio debido a la ADR. Algunas piedras en esta categoría son rubí, espinela roja y granates rojos.
El polariscopio es un medio muy útil, cómodo y barato para diferenciar entre: Piedras rojas. ESPINELA natural roja (monorrefringente), un RUBÍ natural (birrefringente), un VIDRIO rojo (amorfo, monorrefringente y con tensiones internas). Piedras azules.
1. Siente la superficie de la piedra. Una piedra con textura áspera o granulada no debe identificarse como una piedra preciosa. 2. Verifica la maleabilidad. Una piedra es maleable cuando es fácil darle forma al martillarla, aplastarla o doblarla; es más probable que la piedra sea un mineral metálico en vez de una real piedra preciosa. [1]
Aparte del rojo, los sintéticos azules también se han producido por el proceso de fundido-fusión. Estos son verdaderos sintéticos, fabricados con una relación 1:1 de magnesia a alúmina, al igual que la espinela natural. Como resultado, mostrarán reacciones idénticas de RI, SG y polariscopio.
El polariscopio se utiliza principalmente para determinar el carácter óptico de gemas transparentes a traslúcidas; es decir, determina si una piedra es monorrefringente, doble o agregada. El polariscopio no se utiliza con materiales opacos. Las piedras con refracción doble pueden dividirse aún más en función de si son uniaxiales o biaxiales.
Los gemólogos experimentados podrían identificar casi todos los tipos de gemas con solo un refractómetro, un polariscopio, un conjunto de líquidos de gravedad específica, un espectroscopio y un microscopio binocular.
El espectroscopio es una buena herramienta diagnóstica para separar apatita de piedras preciosas como turmalina y topacio. La apatita azul, por lo general, mostrará una línea de espectro de tierras raras en el azul (praseodimio).