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Llenos de terror, acudieron la policía y el juez. Era su deber. Trabajo les costó cazar la mano, pero la cazaron y todos le agarraron un dedo, porque era vigorosa como si en ella radicase junta toda la fuerza de un hombre fuerte. ¿Qué hacer con ella? ¿Qué luz iba a arrojar sobre el suceso? ¿Cómo sentenciarla? ¿De quién era aquella mano?
Trabajo les costó cazar la mano, pero la cazaron y todos le agarraron un dedo, porque era vigorosa corno si en ella radicase junta toda la fuerza de un hombre fuerte. ¿Qué hacer con ella? ¿Qué luz iba a arrojar sobre el suceso?
Un cuento breve y fantástico de Ramón Gómez de la Serna, donde una mano misteriosa cambia el destino de un hombre.
Trabajo les costó cazar la mano, pero la cazaron y todos le agarraron un dedo, porque era vigorosa como si en ella radicase junta toda la fuerza de un hombre fuerte. ¿Qué hacer con ella? ¿Qué luz iba a arrojar sobre el suceso?
Para sentenciarla, al juez se le ocurrió darle la pluma, la mano escribió que es “la mano de Ramiro Ruiz, asesinado vilmente por el doctor [….] He hecho justicia.”. De modo fascinante, Ramón Gómez de la Serna, el escritor, desarrolla un argumento misterioso y surrealista que introduce las preguntas interminables.
¿Qué hicieron la hermana y la criada del muerto cuando descubrieron la mano? ¿Por qué a la policía le costó trabajo atrapar la mano? ¿De quién era la mano?
Llena de terror, acudió la policía y el juez. Era su deber. Trabajo les costó cazar la mano, pero la cazaron y todos le agarraron un dedo, porque era vigorosa corno si en ella radicase junta toda la fuerza de un hombre fuerte. ¿Qué hacer con ella? ¿Qué luz iba a arrojar sobre el suceso? ¿Cómo sentenciarla? ¿De quién era aquella mano?