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  1. 1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.

  2. 1. Cuando llegó el día de Pentecostés . Literalmente, cuando se estaba cumpliendo; lo que ha llevado a la idea de que el tiempo al que se refiere fue la tarde con la que se cerró el Pentecostés, pero la noción más bien es que el intervalo que había entre la Pascua y el Pentecostés se llenó entonces.

  3. En Génesis 2:7, es el Espíritu de Dios, soplando vida en un hombre recién creado. En Ezequiel 37:9-10, es el Espíritu de Dios como la respiración/viento de Dios, moviéndose sobre los huesos secos de Israel devolviéndoles vida y fuerza. ii. Esta sola linea nos dice mucho de como el Espíritu Santo se mueve.

  4. Hoy quiero compartir con ustedes un pasaje bíblico muy significativo que ha marcado la historia del cristianismo: los hechos 2:1-4. Este relato, contenido en el libro de los Hechos de los Apóstoles en la Biblia, nos revela un evento clave que tuvo lugar después de la ascensión de Jesús al cielo.

  5. Todos estaban llenos del Espíritu Santo, más que antes. Estaban llenos de las gracias del Espíritu, y más que nunca bajo sus influencias santificadoras; más destetados de este mundo, y mejor familiarizados con el otro.

  6. El descenso del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. - Hechos 2:1-4. Estudio Biblico. Vv. 1—4. No podemos olvidar con cuánta frecuencia, aunque su Maestro estaba con ellos, hubo. discusiones entre los discípulos sobre cuál sería el más grande, pero ahora todas esas discordias. habían terminado.

  7. es.enduringword.com › comentario-biblico › hechos-2Hechos 2 - Enduring Word

    1. (1-4a) Los discípulos son llenos del Espíritu Santo. Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.