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  1. Platero y yo: 79 – Alegría. Platero jugaba con Diana, la bella perra blanca que se parece a la luna creciente, con la vieja cabra gris, con los niños.... Salta Diana, ágil y elegante, delante del burro, sonando su leve campanilla, y hace como que le muerde los hocicos.

  2. Es muy amiga del burro Platero y la cabra y todos los días, a la hora del crepúsculo, salen juntos a dar una vuelta por el nocturno pueblo. La perrita Diana come, corre y canta.

  3. www.suneo.mx › literatura › subidasPlatero y Yo

    Platero juega con Diana, la bella perra blanca que se parece a la luna creciente, con la vieja cabra, gris, con los niños... Salta Diana, ágil y elegante, delante del burro, sonando su leve campanilla, y hace como que le muerde los hocicos. Y Platero, poniendo las orejas en punta, cual dos cuernos de pita, la embiste blandamente y la hace ...

  4. Diana, que está echada entre las patas de Platero, viene a mí, bailarina, y me pone sus manos en el pecho, anhelando lamerme la boca con su lengua rosa. Subida en lo más alto del pesebre, la cabra me mira curiosa, doblando la fina cabeza de un lado y de otro, con una femenina distinción.

  5. Platero jugaba con Diana, la bella perra blanca que se parece a la luna creciente, con la vieja cabra gris, con los niños.... Salta Diana, ágil y elegante, delante del burro, sonando su leve campanilla, y hace como que le muerde los hocicos.

  6. Platero y yo es una obra narrativa, escrita por el autor Juan Ramón Jiménez, en la cual se relatan las anécdotas, vida y muerte de Platero, un burrito singular. El libro, publicado en 1914, representa la transición de la narrativa del modernismo y de todas las corrientes posteriores.

  7. Platero y yo, aunque escrito en prosa, es un libro de la más pura poesía. Está escrito para los hombres y para los niños. Quizá no todos los hombres sean capaces de entenderlo, porque muchos de ellos al crecer llegan a cegar de los ojos del alma por donde entra la luz poética.