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  1. En arquitectura del Quattrocento, Filippo Brunelleschi marca el lenguaje del Renacimiento en Florencia, de ahí al resto de Italia. Después de la mencionada loggia del Spedale degli Innocenti, en 1420 se atreve a dirigir las obras de la majestuosa cúpula del Duomo de Florencia.

  2. Mapa de Italia en 1494. El Renacimiento realmente se pone en marcha en los primeros años del siglo XV en Florencia. En este periodo, que llamamos el Renacimiento Temprano, Florencia no es una ciudad en el país unificado de Italia, como lo es ahora.

  3. En Italia podemos hablar de tres fases en la cronología del Humanismo, marcada la primera en el siglo XIV por Dante, Petrarca y Bocaccio; la segunda en la primera mitad del siglo XV con autores como Alberti, Bruni y Niccolini; y la tercera en la segunda mitad del XV con los centros de Florencia, Nápoles y Roma, donde destacan Lorenzo Valla ...

  4. Pero después de que los franceses abandonaron Italia a fines de 1494, Florencia se encontró en una situación extremadamente difícil: el levantamiento en Pisa condujo a la separación de esta ciudad de la república, Sarzana fue capturada por Génova y Pietrasanta por Lucca.

  5. 12 de oct. de 2020 · La catedral de Florencia, maravilla del Renacimiento. Símbolo del poder y la prosperidad de la capital toscana, la basílica de Santa María del Fiore asombró al mundo con su colosal cúpula, diseñada por Filippo Brunelleschi. Renacimiento Historia del arte. Manuel Saga. Actualizado a 12 de octubre de 2020 · 20:37 · Lectura: 8 min.

  6. Durante este tiempo, la ciudad italiana de Florencia se convirtió en el epicentro del Renacimiento, siendo considerada como la cuna del arte y la cultura occidental. Florencia albergó a algunos de los artistas, arquitectos y pensadores más importantes de la época, quienes dejaron un legado duradero en el mundo del arte y la historia.

  7. 30 de oct. de 2022 · En 1400 Florencia se involucró en una lucha con el duque de Milán. El pueblo florentino temía la pérdida de la libertad y el respeto a los individuos que era el orgullo de su República. Por suerte para Florencia, el duque de Milán cogió la peste y murió en 1402.