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Mateo 8:28-34. Reina-Valera 1960. Los endemoniados gadarenos. ( Mr. 5.1-20; Lc. 8.26-39) 28 Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino. 29 Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros ...
Los endemoniados gadarenos. 28 Cuando llegó a la otra orilla, que era la tierra de los gadarenos, dos endemoniados salieron de entre los sepulcros y se le acercaron. Eran tan feroces que nadie se atrevía a pasar por aquel camino. 29 Y entre gritos le dijeron: «Hijo de Dios, ¿qué tienes que ver con nosotros?
Serie: El Evangelio de Marcos. Autor: Luis de Miguel. Email: estudios@escuelabiblica.com. VOTAR. Resultado: Votos: 289. Visitas: 475059. Comentarios: 83. PDF. Audio. Video. Comentar. El endemoniado gadareno - Marcos 5:1-20. (Mr 5:1-20) "Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos.
21 de mar. de 2015 · La obra maligna de Satanás. “Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino”. Mateo 8:28. Este pasaje nos muestra unos de los ataques más despiadados de los demonios a la ...
Los gadarenos eran personas que amaban su pecado y rechazaban a Dios. No querían que les quitaran los cerdos ni los demonios. Por tanto, le rogaron a Jesús que abandonara su territorio.
25 de dic. de 2018 · El Endemoniado Gadareno – Corta Reflexión y Explicación. Yo recuerdo que antes de conocer a Cristo, muchos de nosotros éramos igual a este hombre, con un yugo de pecado que nos tenía muertos espiritualmente, hiriéndonos a nosotros mismos con resentimiento en nuestro corazón, falta de perdón y odio.
Había un hombre que tenía demonios en su cuerpo. Ya no era capaz de controlarse. Andaba desnudo. Las cadenas que llevaba puestas le hacían sangrar las manos y los pies. Estaba sucio y no podía hablar. Vivía en los cementerios y andaba por los montes como un salvaje. Cuando vio a Jesús, corrió y se arrodilló frente a él.
