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Hace mucho mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un árbol con un cartel que decía: “soy un árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo verás.” El niño trató de acertar el hechizo, y probó con abracadabra, ábrete sésamo, tan-ta-ta-chán, y muchas otras, pero nada.
Cuento de El Árbol Mágico. Hace mucho mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un árbol con un cartel que decía: soy un árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo verás. El niño trató de acertar el hechizo, y probó con abracadabra, tan-ta-ta-chán, supercalifragilisticoespialidoso y muchas otras ...
EL ÁRBOL MÁGICO. Hace mucho, mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un árbol con un cartel que decía: soy un árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo verás.
EL ÁRBOL MÁGICO. En el centro de una placita, en el pueblo, había un precioso árbol. El árbol tenía ramas muy largas para los costados y también para arriba. Parecía un poquito unos brazos locos que invitaban a los niños a subirse a él.
En un rincón olvidado del mundo, donde los ríos susurran secretos y los bosques ocultan misterios, se despliega la historia de El árbol mágico. Este relato nos lleva por un viaje extraordinario, siguiendo los pasos de una humilde lavandera cuya bondad la conduce a descubrir maravillas inimaginadas.
EL ÁRBOL MÁGICO. Hacía un sol espléndido aquel día en que Mario, un niño muy simpático y alegre, iba caminando hacia la escuela. Los papás de Mario no tenían mucho dinero y por eso Mario no tenía muchos juguetes para jugar porque todo el dinero que ganaban sus padres era para comprar comida y ropa, pero aún así Mario era feliz. Ese ...
12 de ene. de 2024 · Había una vez en un bosque encantado, un árbol mágico que era el guardián de todos los secretos y sueños del mundo. Este árbol, con su majestuosa altura y ramas llenas de vida, poseía un poder especial: concedía un deseo a cualquiera que se acercara a él con el corazón puro y sincero.
