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  1. 21 de may. de 2023 · Atentado en París: el trágico fin de Enrique IV. Edad Moderna. Íñigo Bolinaga, historiador. Actualizado a 21 de mayo de 2023 · 20:58 · Lectura: 7 min. Ravaillac es arrestado tras apuñalar mortalmente al rey en esta pintura al óleo de Charles Housez, 1859, Castillo de Pau. Bridgeman Images.

  2. Hubo varias tentativas de asesinato en las calles de París, como la de Jean Châtel (1594), hasta que el 14 de mayo de 1610 el fanático católico François Ravaillac acabó con su vida, después de intentar hablar con el monarca con la intención de evitar que Francia entrase en guerra contra los católicos Habsburgo durante la crisis de la ...

  3. El ataque fue mortal y el rey falleció poco después. Este atentado tuvo un impacto significativo en la historia de Francia y de Europa. Enrique IV era considerado un rey carismático y popular, y su muerte dejó un vacío de poder que llevó a una serie de conflictos políticos y militares en el país.

  4. 14 de may. de 2024 · El día 14 de mayo de 1610 fue asesinado el rey Enrique IV de Francia. Este monarca —que también lo fue de Navarra— pasó a la posteridad por la frase «París bien vale una misa», que supuestamente pronunció para justificar su conversión al catolicismo —él era hugonote— para acceder al trono francés.

  5. 26 de may. de 2021 · 27 mayo, 2021. El 14 de mayo de 1610, Enrique IV el bearnés, (Henri IV), “rey de Francia y de Navarra”, con 56 años entonces, se dirigía para visitar a Sully enfermo. Pero no llegará a su destino, asesinado en la propicia situación de un atasco de circulatorio por las estrechas calles de París, no lejos del Louvre.

  6. Asesinato de Enrique IV y muerte. Con esta idea, viajó de nuevo a París con la intención de tener un encuentro con el rey. Merodeaba en torno al Louvre e intentó en tres ocasiones ver al rey, pero los guardias no le permitían la entrada. Al no poder comunicarse con el rey, la idea de asesinarlo se abrió paso en su mente.

  7. Pero, al poco tiempo, Enrique III de Francia, para desbaratar el poder de la Liga y de los hermanos Guisa, ordenó su asesinato (1589), lo que suscitó una violenta reacción ultracatólica en París. Ante la rebelión abierta de la ciudad, el Rey se reconcilió con el de Navarra para así someter a los “ligueurs”.