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Hace 5 días · Oración. Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios Nuestro, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén. Rezamos un Credo. Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
Hace 5 días · Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita. Su contribución a una gran misión: apoyarnos para llevar la palabra del Papa a todos los hogares. Enviar.
Hace 4 días · Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Oración final
Hace 2 días · About Press Copyright Contact us Creators Advertise Developers Terms Privacy Policy & Safety How YouTube works Test new features NFL Sunday Ticket Press Copyright ...
Hace 4 días · colgábamos nuestras cítaras. Allí los que nos deportaron nos invitaban a cantar; nuestros opresores, a divertirlos: «Cantadnos un cantar de Sión.» ¡Cómo cantar un cántico del Señor en tierra extranjera! Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha; que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti,
Hace 5 días · Te agradezco especialmente por liberarme por Tu Preciosa Sangre del poder destructivo de Satanás. En presencia de mi querida Madre María, mi ángel de la guarda, mi santa patrona, y de toda la compañía del cielo, me dedico voluntariamente con un corazón sincero, oh querido Jesús, a Tu Preciosa Sangre, con la que has redimido al mundo. del pecado, la muerte y el infierno.
Hace 3 días · Liturgia Viva del Jueves de la VIII Semana del Tiempo Ordinario. VIENDO CON OJOS DE FE. (1 P 2,2-5. 9-12; Mc 10,46-52) Introducción. Renacidos en el bautismo, hemos llegado a ser piedras vivas de Cristo como templo de Dios; y somos su pueblo santo, que da a conocer el nombre de Dios y ofrece un sacrificio aceptable al mismo Dios.
