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Lucas 24:39 NVI. Miren mis manos y mis pies. ¡Soy yo mismo! Tóquenme y vean; un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que los tengo yo. NVI: Nueva Versión Internacional - Español. Compartir. Lee Lucas 24. La Biblia App La Biblia App para Niños. Comparar todas las versiones: Lucas 24:39.
Lucas 24:39 - Tesoro del conocimiento de las Escrituras. Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 24:39 verso por verso - Miren mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpen y vean, pues un espíritu no tiene carne ni huesos como ven que yo tengo.
Lucas 24:46-49. Reina-Valera 1960. 46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. 48 Y vosotros sois testigos de estas cosas. 49 He aquí ...
Lucas 24:39. 39 Tingnan ninyo ang aking mga kamay at ang aking mga paa, ako rin nga: hipuin ninyo ako, at tingnan; sapagka't ang isang espiritu'y walang laman at mga buto, na gaya ng inyong nakikita na nasa akin.
Capítulo 24. Los ángeles anuncian la resurrección de Cristo — Jesús anda por el camino a Emaús — Se aparece en Su cuerpo resucitado de carne y hueso, come, testifica de Su divinidad y promete el Espíritu Santo — Asciende al cielo. 1 Y el primer día de la semana, muy de mañana, ellas fueron al sepulcro, llevando las especias ...
Reina-Valera 1960. 38 Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? 39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. 40 Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Read full chapter.
Lucas 24:39. La resurrección del cuerpo. I. Podemos aprender de este texto, primero, que la Resurrección será la restauración de todo el hombre, en espíritu, alma y cuerpo; una restauración de todo en la que consiste la integridad de nuestra naturaleza y la identidad de nuestra persona. Y esta es enfáticamente la esperanza del Evangelio.
