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  1. El cuento de Caperucita Roja es una historia icónica de aventuras y peligros en la literatura infantil. Siguiendo su viaje hacia la casa de su abuela enferma, Caperucita se encuentra con el Lobo Feroz, quien le reta a una carrera. Este cuento clásico continúa manteniéndose como uno de los favoritos de los niños de todo el mundo.

  2. El cuento de Caperucita roja es un relato infantil clásico que cuenta la historia de una niña que va a visitar a su abuelita y por el camino se encuentra con un lobo feroz. El autor del cuento original de Caperucita (Le Petit Chaperon rouge) fué el escritor francés Charles Perrault, autor de otros cuentos infantiles clásicos como La Cenicienta, La bella durmiente, o El Gato con Botas.

  3. La secuencia que se presenta en esta oportunidad incluye situaciones de lectura y escritura en torno a “Caperucita Roja” y situaciones de reflexión sobre el lenguaje. En este caso, se articula estrechamente el desarrollo de la secuencia con la actividad habitual de lectura, en la cual se propone leer una versión no-canónica de Caperucita Roja y otro cuento clásico con lobos que ...

  4. Caperucita Roja se dedicó a recolectar las flores más hermosas del bosque, mientras el lobo feroz corría hacia la casa de la abuela. Al llegar, la encontró sola y debilitada. Fingiendo ser Caperucita, el lobo engañó a la anciana y la devoró sin piedad. Luego, se disfrazó con la ropa de la abuela y se acomodó en su cama, esperando la ...

  5. 2024/05/28 - Grimm ESPAÑOL: Caperucita Roja. Había una vez una adorable niña que era querida por todo aquél que la conociera, pero sobre todo por su abuelita, y no quedaba nada que no le hubiera dado a la niña. Una vez le regaló una pequeña caperuza o gorrito de un color rojo, que le quedaba tan bien que ella nunca quería usar otra cosa, así que la empezaron a llamar Caperucita Roja ...

  6. Caperucita Roja. Caperucita Roja. Charles Perrault. Había una vez una niñita en un pueblo, la más bonit a que jamás se hubiera visto; su madre estaba enloquecida con ella y su abuela mucho más todavía. Esta buena mujer le había mandado hacer una caperucita roja y le sentaba tanto que todos la llamaban Caperucita Roja.