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  1. Las condiciones del empleo eran muy buenas, por lo que el leñador se vio en la necesidad de hacerlo perfecto. El primer día, tras conocer a su nuevo jefe, se le dio un hacha y se le asignó una zona del bosque para que talara. Tras la primera jornada, consiguió talar 18 árboles. Esto provocó halagos de sus compañeros y de su superior.

  2. 14 de feb. de 2023 · El jefe le proporcionó un hacha y el hombre emprendió camino a cortar árboles. Al final del primer día, el dedicado leñador había conseguido traer 18 árboles, una cifra impresionante. Pero el hombre era muy trabajador y quería demostrar que podía hacerlo todavía mejor, y el día siguiente salió a batir su propio récord.

  3. Aquella noche, el leñador le robó la túnica al hada. Unos minutos más tarde, todas las hadas volaron hacia el cielo excepto una, aquella que había perdido su túnica. El leñador le dijo que sólo se la devolvería si tenía tres hijos con él. Volvieron al pueblo, se casaron y tuvieron dos hijos. Un día el hada rompió a llorar, y le ...

  4. 28 de sept. de 2020 · Había una vez un leñador que se presentó a trabajar en un aserradero, el suelo era bueno y las condiciones de trabajo mejores aún, por lo tanto el leñador se decidió a practicar toda su experiencia. El primer día al presentarse al capataz, éste le dio un hacha y le designó una zona de trabajo, el hombre entusiasmado salió al bosque y ...

  5. Cuento que nos invita a darle prioridad a las cosas importantes.

  6. Acto seguido, se sumergió en las turbias aguas del río, apareciendo con un hacha de oro entre las manos. El leñador la rechazó al instante, ya que aquella no era su herramienta de trabajo. Nuevamente se hundió la ninfa en el río y cuando reapareció, el hacha era de plata.-Te agradezco el ofrecimiento, pero tampoco es mi hacha.

  7. Al instante, ¡oh, maravilla!, una bella ninfa aparecía sobre las aguas y dijo al leñador: - Espera, buen hombre: traeré tu hacha. Se hundió en la corriente y poco después reaparecía con un hacha de oro entre las manos. El leñador dijo que aquella no era la suya. Por segunda vez se sumergió la ninfa, para reaparecer después con otra ...

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