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Evita las malas compañías. Instrucciones: Busca un lugar donde puedas leer con tranquilidad. Trata de visualizar la escena, imagínate las voces y los sentimientos de los personajes, y deja que el relato cobre vida. Protagonistas: Dina, Siquem, Jacob, Simeón y Leví. Argumento: Siquem viola a Dina, por lo cual los hermanos de ella se ...
Como no queremos que el mundo nos contamine, debemos evitar las malas amistades, pues la Biblia advierte que “echan a perder las buenas costumbres” (1 Cor. 15:33, BLS). 5, 6. a) ¿Qué tipo de compañías debemos evitar? b) ¿Por qué debemos evitar ese tipo de compañías?
4. Si queremos obedecer a Dios, ¿qué no podemos hacer? 4 Si queremos obedecer a Dios, no podemos amar “ni al mundo ni las cosas que están en el mundo” (lea 1 Juan 2:15, 16). ... Él usa las religiones, los gobiernos, el mundo del comercio y los medios de comunicación para engañar a la gente ( 2 Corintios 4:4; 1 Juan 5:19 ).
descarriados por malas compañías: w01 1/11 6. elimina dibujos animados violentos: w99 1/1 5. estudiante rechaza invitación a una excursión: w06 15/8 10. extienden hospitalidad a Testigos celosos: w02 1/6 28. grupo de rock abandona carrera musical: w12 1/7 21. padres ayudan a hija: w01 1/10 10. rechaza invitaciones a fiestas de ...
Es importante hacerse esas preguntas porque, según Pablo escribió, “las malas compañías echan a perder los hábitos útiles”. ( 1 Corintios 15:33 .) Andar en compañía de personas que pasan por alto las leyes de Dios resulta desastroso a la larga, como bien indica la Biblia: “El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los ...
Las malas compañías echan a perder las buenas costumbres” (1 Corintios 15:12, 33). Pablo también le aconsejó a Timoteo que escogiera con cuidado a sus amigos más cercanos. Nosotros debemos hacer lo mismo (lea 2 Timoteo 2:20-22). 14. ¿Qué efecto pueden tener las malas amistades en nuestra amistad con Jehová?
En el ámbito inmaterial las malas compañías pueden corromper o echar a perder los buenos hábitos ; los hombres pueden llegar a corromperse mentalmente, a desviarse de la sinceridad, de la castidad y de la verdad (2Co 11:3; 1Ti 6:5; 2Ti 3:8), lo que resulta en el deterioro moral: la corrupción de la personalidad.
