Resultado de búsqueda
1. El espacio celesteEn el pensamiento otomí el cielo se presenta como el último nivel de una serie de capas superpuestas. Es la proyección celeste de la cavidad vaginal, de “la casita” (tʼʉngu), de la vivienda, del oratorio y de la cueva. Bajo su aspecto nocturno, se le denomina a veces ngubešũi, “casa de la obscuridad”.1 Las cuatro cariátides que sostienen el cielo, los
Lee las críticas de "El cielo y la tierra" escritas por nuestra redacción: Dejando a un lado cómo Oliver Stone se atreve a asumir la voz de la superviviente a la guerra de Vietnam Le Ly Hayslip ...
Comienzo de la humanidad. 4 Esa es la historia de la creación del cielo y la tierra. [] La siguiente es la historia de lo que ocurrió después que el SEÑOR Dios hizo los cielos y la tierra5 Aun no se cultivaba ninguna planta ni crecía ninguna hierba silvestre en los campos porque el SEÑOR Dios no había hecho llover sobre la tierra y no había ningún ser humano que trabajara la tierra.
Salmos 89:11. LBLA. Tuyos son los cielos, tuya también la tierra; el mundo y todo lo que en él hay, tú lo fundaste. JBS. Tuyos son los cielos, tuya también la tierra; el mundo y su plenitud, tú lo fundaste. DHH. El cielo y la tierra son tuyos; tú formaste el mundo y todo lo que hay en él. NBLA.
35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre. 37 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. 38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, 39 y no ...
Reina-Valera 1960. Cielos nuevos y tierra nueva. 17 Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. 18 Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo. 19 Y me ...
19 Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes. 20 Ama al Señor tu Dios, obedécelo y aférrate a él, porque de él depende tu vida, y por él vivirás mucho tiempo en la tierra que juró dar a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob.
