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  1. En este Bosquejo para sermones vemos siete parábolas o misterios sobre “el reino de los cielos”, los cuales son mencionados por Jesús en sus parábolas. Texto base: Mateo 13. Vs. 1-3 Vs. 3 “Y les habló muchas cosas por parábolas…”. La palabra “parábola” aparece 36 veces en los cuatro Evangelios. En este capítulo Jesús usó ...

  2. 24 Jesús les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos puede compararse a[] un hombre que sembró buena semilla en su campo. 25 Pero mientras los hombres dormían, vino su enemigo y sembró cizaña[] entre el trigo, y se fue. 26 Cuando el trigo[ k] brotó y produjo grano, entonces apareció también la cizaña. 27 Y los siervos del dueño f...

  3. “También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró” (Mateo 13:45-46). A lo largo de los relatos de los Evangelios se encuentran varias parábolas que Jesús utilizó para enseñar acerca del Reino de Dios.

  4. (Mateo 13:47-50) La parábola de la red. Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces;y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera.Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos ...

  5. 31 Les contó otra parábola: «El reino de los cielos es como una semilla de mostaza que un hombre sembró en su campo. 32 Aunque es la más pequeña de todas las semillas, cuando crece es la más grande de las plantas del huerto. Se convierte en árbol, de modo que vienen las aves y anidan en sus ramas».

  6. Las parábolas del reino (Mateo 13) Desde el capítulo 13, al enfrentar la oposición, el estilo de enseñanza de Jesús cambia. En vez de proclamar el reino claramente, comienza a hablar por medio de parábolas que son significativas para los creyentes pero incomprensibles para los no creyentes.

  7. 36-52) Estas parábolas ponen de manifiesto sobre todo la división de los corazones, dependiendo de la actitud interior con la que nos acercamos a Jesucristo y sus palabras. Están quienes se relacionan con Cristo desde la fe y le abren su entendimiento; y otros que mantienen su corazón cerrado.