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Los discípulos reciben espíritu santo. Ya habían pasado 10 días desde que Jesús había regresado al cielo. Entonces los discípulos de Jesús recibieron espíritu santo. Era la Fiesta del Pentecostés del año 33, y gente de muchos lugares había llegado a Jerusalén para celebrarla.
Los discípulos en Éfeso escucharon acerca de Jesús de Pablo el apóstol, representante de Jesús ( Hechos 9:15). Al recibir su mensaje, fueron bautizados en el nombre de Jesucristo y recibieron el Espíritu Santo de una manera que pública e inequívocamente los vinculó al evangelio predicado por Pablo.
Los discípulos recibieron al Espíritu Santo de una nueva manera después de que Jesús terminó su obra en la cruz e instituyó el nuevo pacto (Juan 20:19-23). Los discípulos oyeron a Jesús mandarles que esperaran el bautismo del Espíritu Santo que los apoderaría para ser testigos ( Hechos 1:4-5 ).
LOS DISCÍPULOS DE JESÚS SE LLENAN CON EL ESPÍRITU EN PENTECOSTÉS. Entonces podemos decir que ninguno de los apóstoles recibió el Espíritu Santo en ese momento, pues con el recibimiento del Espíritu Santo nace la iglesia hasta el día de pentecostés.
Porque es a través del Espíritu Santo, al igual que le sucedió a la Virgen María (Lc 1,35), la forma en la que Dios nos ha revelado a Jesucristo, y nos ha llamado a ser Hijos de Dios con Él: «En efecto, todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
22 Entonces sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban al Espíritu Santo. 23 Si ustedes perdonan los pecados de alguien, esos pecados son perdonados; si ustedes no los perdonan, esos pecados no son perdonados». 24 Tomás, uno de los doce discípulos (al que apodaban el Gemelo)[ a], no estaba con los otros cuando llegó Jesús.
El versículo de Hechos 19:2 nos presenta una situación en la que los discípulos que Pablo encontró en Éfeso no estaban familiarizados con el Espíritu Santo. Cuando el apóstol les preguntó si habían recibido al Espíritu Santo al creer en Jesús, ellos respondieron que no habían oído hablar de su existencia.
