Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. Los signos positivos de Brudzinski y de Kernig pueden indicar irritación meníngea y meningitis. El signo de Brudzinski es un indicador más sensible de la irritación meníngea que el signo de Kernig. Qué debe hacer. Mantenga el ambiente tranquilo y poco iluminado para evitar la estimulación del sistema nervioso central del paciente.

  2. Signo de Brudziński. Apariencia. ocultar. Para otros usos de este término, véase Signo de Kernig. El signo de Brudziński es la respuesta rígida de la nuca cuando se intenta su flexión, es decir, al aproximar el mentón hacia el tronco y tiene gran importancia en el diagnóstico de una meningitis. 1 .

  3. Si el paciente tiene resistencia a la extensión de la rodilla y experimenta dolor en la región lumbar o posterior del muslo, se considera que el signo de Kernig es positivo. La razón por la que el signo de Kernig puede estar presente en la meningitis y otras afecciones de irritación meníngea se debe a la inflamación de las meninges, las ...

  4. Los signos positivos de Kernig y Brudzinski (el signo de Kernig consiste en dolor en los tendones de la corva al extender la rodilla con la cadera en flexión de 90 grados; el signo de Brudzinski es la flexión de la rodilla en respuesta a la flexión del cuello) son específicos, pero no datos sensibles.

  5. nuca y los signos de Kernig y Brudzinski. Estos signos pueden estar ausentes en los lactantes en los que podemos encontrar la fontanela abombada. El edema de papila no es frecuente, sugiere un proceso crónico y debe investigarse la presencia de trombosis de senos venosos, empie-ma subdural o absceso cerebral. En portadores

  6. Es la única forma de tuberculosis que se previene en la infancia mediante la vacunación con BCG . Los síntomas son fiebre no muy elevada, cefalea constante, náuseas y somnolencia, que pueden avanzar a estupor y coma. Los signos de Kernig y Brudzinski pueden ser positivos.

  7. Se considera que el signo de Brudzinski es positivo si la flexión del cuello provoca una flexión automática e involuntaria de las caderas y las rodillas. Esta respuesta se debe a la irritación de las meninges, que provoca una reacción refleja en los músculos de las extremidades.