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  1. Para realizar el diagnóstico clínico de fractura de huesos nasales se recomienda en la: Inspección visual:Inspección visual: • Identificar epistaxis: unilateral o bilateral (sin este signo es poco probable que exista fractura) • Buscar edema y tumefacción • Identificar hundimiento del dorso o paredes laterales

  2. La Guía de Práctica Clínica Prevención, Diagnóstico y Tratamiento de Fractura de Huesos Nasales pone a disposición del personal de salud de los tres niveles de atención, las recomendaciones basadas en la mejor evidencia disponible hasta el momento para la atención de estos pacientes.

  3. 11 de ago. de 2022 · Diagnóstico. Tratamiento. Autocuidados. Preparación para la consulta. Diagnóstico. Es posible que el proveedor de atención médica presione suavemente la parte exterior de la nariz y alrededor de ella. Puede observar dentro de las fosas nasales para detectar obstrucciones y otros signos de huesos rotos.

  4. REVISTA MEDICA DE COSTA RICA Y CENTROAMERICA LXXII (615) 275 - 279, 2015 INTRODUCCIÓN Los huesos nasales son los que mayormente se fracturan en traumas faciales, además de ser la tercera fractura más común en el cuerpo. La nariz es la parte anatómica facial con mayor proyección, por tanto es la principal estructura lesionada

  5. Tratamiento. Los huesos de la nariz se fracturan con mayor frecuencia que cualquier otro hueso facial. Normalmente, una fractura nasal sangra, duele y se inflama. Para diagnosticar una fractura nasal, el médico examina y palpa el puente de la nariz. En ocasiones es necesario devolver los fragmentos del hueso fracturado a su posición normal.

  6. Entre las principales causas de obstrucción nasal están alteraciones estructurales (por ejemplo: una desviación septal), lesiones traumáticas, lesiones neoplásicas, pólipos, colapso de válvula nasal, aumento de volumen de adenoides y cuerpos extraños (Mekhitarian 2005).

  7. Las fracturas de los huesos nasales o las lesiones cartilaginosas pueden producir edema, dolor puntual a la palpación, hipermovilidad, crepitación, epistaxis y hematomas periorbitarios. El diagnóstico suele ser clínico. El tratamiento puede incluir reducción, estabilización mediante taponamiento interno y ferulización.