Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. 8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, 9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos ...

  2. Nueva Versión Internacional. 8 Así que no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que por su causa soy prisionero. Al contrario, tú también, con el poder de Dios, debes soportar sufrimientos por el evangelio. 9 Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su ...

  3. PRINCIPALES HOMILÉTICOS DEL PÁRRAFO.— 2 Timoteo 1:8. Las dificultades de la vida ministerial. I. Deben ser soportados sin miedo. -1. En compañía de los siervos de Dios más valientes. “No te avergüences, pues, del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones del evangelio” ( 2 Timoteo 1:8).

  4. 2 Timoteo 1:812. Reina Valera Revisada (1960) 8Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, 9quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos ...

  5. 2 Timoteo 1:8-12 Así que nunca te avergüences de contarles a otros acerca de nuestro Señor, ni te avergüences de mí, aun cuando estoy preso por él. Con las fuerzas que Dios te da prepárate para sufrir conmigo a causa | Nueva Traducción Viviente (NTV) | Descarga La Biblia App ahora. 2 Timoteo 1:8-12 NTV. Compartir. Reina Valera NTV NVI TLA RVC.

  6. 2 Timoteo 1:8-12 Nueva Traducción Viviente . Así que nunca te avergüences de contarles a otros acerca de nuestro Señor, ni te avergüences de mí, aun cuando estoy preso por él. Con las fuerzas que Dios te da prepárate para sufrir conmigo a causa de la Buena Noticia. Pues Dios nos salvó y nos llamó para vivir una vida santa.

  7. Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, prisionero Suyo, sino participa conmigo en las aflicciones por el...