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  1. Respuesta. La parábola del fariseo y el publicano en el templo (Lucas 18:9-14) está llena de verdad espiritual. De hecho, contiene la esencia misma del evangelio de Jesucristo. Como nos dice el versículo 9, Jesús habló esta parábola a aquellos que "confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros" (RVR1960).

  2. Nueva Versión Internacional. Parábola del fariseo y del recaudador de impuestos. 9 A algunos que, confiando en sí mismos, se creían justos y que despreciaban a los demás, Jesús les contó esta parábola: 10 «Dos hombres subieron al Templo a orar; uno era fariseo, y el otro, recaudador de impuestos. 11 El fariseo, puesto en pie y a solas ...

  3. Parábola del fariseo y del recaudador de impuestos - A algunos que, confiando en sí mismos, se creían justos y que despreciaban a los demás, Jesús les contó esta parábola: «Dos hombres subieron al Templo ...

  4. La parábola relata que dos hombres están orando en el templo, uno de ellos fariseo, que hace parte de un grupo religioso judío de la época de Jesús, el cual se jactaba en su oración de lo que hacia, a la vez que se diferenciaba y menospreciaba a un publicano, que eran cobradores de impuestos, muy rechazados por los judíos, pues los ...

  5. En la parábola del fariseo y el publicano, el fariseo se caracteriza por su actitud de orgullo y autosuficiencia, al alabarse a sí mismo y menospreciar al publicano. Por otro lado, el publicano muestra humildad y arrepentimiento, reconociendo su pecado y pidiendo misericordia a Dios.

  6. 18 de oct. de 2021 · Jesús declaró que el recaudador de impuestos fue aceptado por Dios y declarado justo ante él. Pero el fariseo se descalificó para recibir la misericordia y la gracia divina. La autosatisfacción cerró la puerta de su corazón al amor de Dios y le quitó la paz y el perdón.

  7. 23 de nov. de 2012 · Medita en la parábola de Jesús sobre el fariseo y el recaudador de impuestos. Permite que el Espíritu revele áreas en las que necesitas la ayuda que solo puede recibirse con humildad. “Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo, y el otro, recaudador de impuestos.