Resultado de búsqueda
-¡Quién sabe, señor! Indio que labras con fatiga tierras que de otro dueño son: ¿ignoras tú que deben tuyas ser, por tu sangre y tu sudor? ¿Ignoras tú que audaz codicia, siglos atrás, te las quitó?
- José Santos Chocano
José Santos Chocano nació en 1875 en Lima (Perú) y falleció...
- Quién Sabe
Quién sabe cuál sería la solución buscada o si fue algún...
- Nostalgia
Hace ya diez años que recorro el mundo. ¡He vivido poco! ¡Me...
- Poema Siguiente
Con sayal de amarguras, de la vida romero, topé, tras luenga...
- El Sueno del Caiman
Ver métrica Poema siguiente Volver a José Santos Chocano....
- Caupolican
Ver métrica Poema siguiente Volver a José Santos Chocano....
- José Santos Chocano
Que ironía! El poema se llama quien sabe, y yo no lo conocía hasta que lo recitó mi hija Sofía de 13 años… Gracias a nuestro querido poeta José Santos Chocano… Una perfecta descripción del alma de nuestra raza andina de impenetrable corazón…!
José Santos Chocano. Indio que asomas a la puerta. de esa tu rústica mansión: ¿Para mi sed no tienes agua? ¿Para mi frío cobertor? ¿Parco maíz para mi hambre? ¿Para mi sueño, mal rincón? ¿Breve quietud para mi andanza?
¡Quién sabe, señor! Indio que labras con fatiga tierras que de otro dueño son: ¿ignoras tú que deben tuyas ser, por tu sangre y tu sudor? ¿Ignoras tú que audaz codicia, siglos atrás, te las quitó? ¿Ignoras tú que eres el amo? ¡Quién sabe, señor! Indio de frente taciturna y de pupilas sin fulgor, ¿qué pensamiento es el que escondes
Poema QUIéN SABE de JOSÉ SANTOS CHOCANO. ¡Quién sabe! Indio que asomas a la puerta de esa tu rústica mansión, ¿para mi sed no tienes agua?, ...
—¡Quién sabe, señor! Indio que labras con fatiga tierras que de otro dueño son: ¿ignoras tú que deben tuyas ser, por tu sangre y tu sudor? ¿Ignoras tú que audaz codicia, siglos atrás, te las quitó? ¿Ignoras tú que eres el amo? —¡Quién sabe, señor! Indio de frente taciturna y de pupilas sin fulgor, ¿qué pensamiento es el que ...
José Santos Chocano. ¡Quién sabe! Indio que asomas a la puerta. de esa tu rústica mansión: ¿Para mi sed no tienes agua? ¿Para mi frío cobertor? ¿Parco maíz para mi hambre? ¿Para mi sueño, mal rincón? ¿Breve quietud para mi andanza?