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14 de ene. de 2010 · Con el contrapicado conseguiremos que los objetos o personas bajas cobren altura. Con estos ángulos conseguimos invertir el sentido de las proporciones con unos resultados muy sugerentes. En el caso del retrato de personas, conseguiremos la apariencia de un personaje fuerte o superior. Foto por Nithi Anand.
27 de jul. de 2022 · Normal, Picado, Contrapicado, Nadir, Cenital, son los cinco ángulos que tenemos los fotógrafos para elegir a la hora de disparar con la cámara. Así seremos más flexibles y originales. Y...
Si el ángulo picado se consigue situando la cámara por encima del sujeto, el contrapicado lo logramos situando la cámara en una posición inferior al objeto a fotografiar. Y al contrario de lo que ocurría con el ángulo picado, con el contrapicado dotaremos al objeto o sujeto fotografiado de mayor importancia, superioridad, majestuosidad y ...
El ángulo picado, por ejemplo, puede dar una sensación de poder o superioridad, mientras que el ángulo contrapicado puede hacer que el sujeto se vea pequeño o vulnerable. Para ilustrar cada tipo de ángulo, es útil contar con ejemplos visuales que muestren claramente cómo influyen en la percepción de la imagen.
Perspectiva normal. Ángulo nadir. Plano contrapicado. Y, a continuación, un gráfico en el que puedes distinguir la posición de la cámara según los distintos ángulos de disparo o perspectivas. Qué transmite un contrapicado en fotografía. El uso del plano contrapicado tiene varios propósitos en la fotografía.
Contrapicada. Este es el ángulo opuesto al anterior, por lo tanto, la cámara apunta de abajo hacia arriba. Con estos ángulos visualmente los objetos se agrandan, lo que les da una posición dominante y mayor importancia. Generalmente se emplea para fotografía arquitectónica y de retrato.
Ángulo contrapicado o plano contrapicado. En este ángulo, la cámara se sitúa a una altura inferior a los ojos del sujeto u objeto. Es el ángulo opuesto al ángulo picado, y sirve para ensalzar y magnificar al sujeto u objeto. Un buen ejemplo es este plano de Zé Pequeño en Ciudad de Dios, de Fernando Meirelles.
