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que los niños interrumpían habitualmente sus juegos para escucharlos. —¡Qué dichosos somos aquí! se decían unos a otros. Un día — volvió el gigante. Había ido a visitar a su amigo el ogro de Cornualles, residiendo siete años en su casa. Al cabo de los siete años dijo todo lo que tenía que decir, pues su conversación era
Cuento el gigante egoísta para leer y escuchar en Árbol ABC. El gigante egoísta es un cuento clásico de Oscar Wilde que adaptamos para niños.
veían; y el gigante se puso muy triste. Todas las tardes, cuando terminaban las clases, los niños iban a jugar con el gigante. Pero al pequeño a quien él amaba no se le volvió a ver. El gigante era muy cariñoso con todos los niños; sin embargo, echaba en falta a su primer amiguito, y a menudo hablaba de él.
Era un gigante muy egoísta. Los pobres niños no tenían ahora donde jugar. Trataron de hacerlo en la carretera, pero la carretera estaba llena de polvo y agudas piedras, y no les gustó. Se acostumbraron a vagar, una vez terminadas sus lecciones, alrededor del alto muro, para hablar del hermoso jardín que había al otro lado.
Un cuento para imprimir sobre un gigante que se queda con su jardín y lo convierte en un invierno eterno. Los niños que lo querían jugar se ven desplazados y el jardín se llena de nieve, escarcha, viento y granizo.
El Gigante Egoísta. Todas las tardes, a la salida de la escuela, los niños se habían acostumbrado a ir a jugar al jardín del gigante. Era un jardín grande y hermoso, cubierto de verde y suave césped. Dispersas sobre la hierba brillaban bellas flores como estrellas, y había una docena de melocotones que, en primavera, se cubrían de ...
EL GIGANTE EGOÍSTA Los niños, cuando salían de la escuela en primavera, acostumbraban a jugar en el jardín del Gigante. Era un jardín precioso lleno de árboles y flores. Pero al gigante le molestaba mucho que los niños entraran a jugar, así que como era muy egoísta, un día tomó la decisión de prohibirles jugar allí. Los
