Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. 10 de febrero de 202212:19 LA NACION. Kevin Carter retrató el horror. En marzo de 1993, The New York Times publicó la imagen del niño sudanés desnutrido (en un principio pensaron que era niña) acechado por un buitre. Se convirtió en una metáfora ilustrada de la agonía que atravesaba África y cayó como un balde de agua fría para la humanidad.

  2. Kevin Carter, el fotógrafo que viajó a la aldea sudanesa de Ayod para denunciar la hambruna de este país, acabó quitándose la vida un año después de captar esta imagen. Te invitamos a conocer las dos historias que tejen esta impactante fotografía. Y después, Kevin Carter… ¿ayudaste a la niña?

  3. 23 de sept. de 2021 · En marzo de 1993, el periodista gráfico Kevin Carter viajó a Sudán y se dirigió a la frontera para retratar “el Triángulo de la Hambruna”, donde el gobierno islámico llevaba a cabo una guerra con las tribus Nuer y Dinka.

  4. 17 de jun. de 2019 · Kevin Carter, fotoperiodista sudafricano, enfrentó el dilema ético de capturar la icónica imagen de una niña desnutrida acosada por un buitre durante la hambruna en Sudán en 1993, mientras luchaba con sus propios demonios personales y las críticas hacia su trabajo, culminando trágicamente en su suicidio en 1994, dejando un ...

  5. The vulture and the little girl (El buitre y la niñita), también conocida como "The Struggling Girl", es una famosa fotografía de Kevin Carter que apareció por primera vez en The New York Times el 26 de marzo de 1993.

  6. Kevin Carter (Johannesburgo, Sudáfrica; 13 de septiembre de 1960-Johannesburgo, 27 de julio de 1994) fue un reportero gráfico sudafricano, miembro del Bang-Bang Club, que ganó un Pulitzer en 1993 por fotografiar a una niña sudanesa famélica con un buitre detrás.

  7. Kevin Carter afirmó que ahuyentó al buitre después de tomar la foto. Mientras se dirigía a un centro de alimentación de las Naciones Unidas, un niño, inicialmente confundido con una niña, se detuvo a descansar, agotado por el hambre, El niño demacrado yacía vulnerable, atrayendo la atención de un buitre.